Elfego Riveros
No habían pasado los primeros cinco meses de su gobierno,
cuando Roberto Pérez Moreno ya había ordenado “darle piso” a su tesorero
municipal, Guillermo Pozos Rivera, según el testimonio de Jairo Brrígido
Caballero Espinoza, ex policía municipal de Coatepec.
La orden de Juanelo fue para el entonces comandante
Juan Carlos Novoa Torres, bajo el pretexto de que Pozos Rivera “no le dejaba
manejar el dinero a su antojo”, de acuerdo a la investigación 165/2014
instruída en la Unidad Integral de la Procuraduría de Justicia del Distrito
Judicial de Coatepec.
Al menos seis elementos de la policía municipal habrían
intentado liquidar al tesorero municipal, en mayo de 2014, utilizando un
vehículo oficial de la corporación con el consentimiento de Novoa Torres: Eder
Omar Álvarez (a) El Boss, otro elemento al que le apodan El Pitbull,
José Guadalupe Ortíz (a) El Solitario, Héctor Rafael Hernández Roldán y
Jorge Luis Méndez Andrade (a) El Apache.
El primer intento de homicidio no se concretó, según el
testimonio del principal testigo del caso, porque físicamente no conocían al
contador Guillermo Pozos Rivera, por lo que a partir de entonces entraría en
complicidad con el grupo, una empleada de la tesorería municipal de nombre Maritza
Elizabeth Báez Martínez, quien habría tomado fotos a su jefe y a su vehículo
personal, para facilitarles la operación a los policías.
Fue hasta el 22 de agosto, alrededor de las 3:30 de la
tarde, cuando la mujer avisó a El Boss, El Apache y a Brayan Argenis
Alvarado (a) El Cabo, que el tesorero iba a salir de su oficina del
palacio municipal, para que procedieran.
Jairo Brígido Caballero Espinoza iba en una motocicleta
prestada y los demás elementos también en camioneta prestada, conducida por El
Boss, hasta llegar a la esquina de las calles de Enríquez y Miguel
Rebolledo, donde interceptaron a Pozos Rivera y le ordenan bajar de su
vehículo.
El Apache lo amaga con arma de fuego y El Cabo usa
un bate de beisbol para golpearlo por la
espalda, luego lo introduce en la parte de atrás de su auto y durante el
trayecto lo “pica” con una navaja que le
proporcionó El Boss.
Antes de llegar a Jalcomulco bajan al tesorero municipal, a
quien le proporcionan golpes en la cabeza utilizando piedras, hasta quitarle la
vida, dejándolo abandonado junto con su vehículo.
Fue hasta el 25 de
septiembre que, mediante operativo conjunto de Policía Ministerial, Secretaría
de Marina y Secretaría de Seguridad Pública, se detiene a Eder Omar Álvarez El
Boss, Francisco Sandoval Hernández y Jairo Brígido Caballero Espinoza, en
el interior del palacio municipal de Coatepec.
Siete meses de investigaciones, de septiembre de 2014 a
abril de 2015, arrojaron un grueso expediente ministerial de más de dos mil
fojas, en el que habrían más testimonios que involucran a Roberto Pérez Moreno
como el autor intelectual del homicidio de su tesorero municipal, Guillermo
Pozos Rivera.
El jueves 23 de abril fue disuelta la Policía Municipal de
Coatepec, se dijo, por sus presuntos
vínculos con “un grupo del crimen organizado” y el viernes 24 llega el
gobernador para instalar el Mando Único
de Seguridad Pública.
Finalmente, el lunes 27 de abril, Roberto Pérez Moreno
informa al Congreso del Estado que “solicitó licencia al Ayuntamiento de Coatepec”
para separarse del cargo por 59 días y al mismo tiempo se presenta a declarar
en la Unidad Integral de la Procuraduría General de Justicia Número 1 del
Décimo Primer Distrito Judicial en Xalapa, que “no conoce a El Boss” y
que contrató a Juan Carlos Novoa Torres como comandante de la policía municipal
“porque lo había apoyado en su campaña cuando fue candidato del PRI a la
presidencia municipal de Coatepec”.
Aunque los 59 días de licencia se vencieron el pasado 24 de
junio, Juanelo sigue gozando de fuero por las inconsistencias y
complicidades de los ediles del Ayuntamiento de Coatepec y la lucha de
intereses políticos al interior de la Comisión Instructora del Congreso del
Estado. Será hasta el próximo 22 de julio cuando en sesión extraordinaria la mayoría
de los 50 diputados de la actual legislatura decidan el destino del alcalde
priísta.
Jorge Reyes Peralta, cercano colaborador de Fidel Herrera
Beltrán y defensor de personajes del sistema, es el abogado defensor de Roberto
Pérez Moreno. Se interpreta que Juanelo no
pisaría la cárcel por el delito que se le imputa.
Mientras tanto, grupos priístas de dentro y fuera de
Coatepec se disputan el control del ayuntamiento, asesorados por dirigentes del
PRI y legisladores del mismo partido.
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