Por lo regular, una vez a la semana, acostumbramos sacar la basura. Y aunque la mayoría de las veces creemos que ahí termina nuestro deber como ciudadanos responsables, casi siempre estamos equivocados.
Una vez fuera de casa, diversas condiciones pueden intervenir para que nuestros residuos terminen expuestos sobre la banqueta, la cuneta, lleguen a las alcantarillas, o peor aun, al pie de alguna finca. Curiosamente, la mano humana tiene mucho que ver ahí; el descuido o la indiferencia social agravan un problema como este, que nos alcanza a todas y todos.
Lejos del mal aspecto en nuestras calles, y de los focos de infección que la basura al aire libre puede producirnos, se trata también de evitar un comportamiento egoísta con nuestro entorno ambiental. El control de la basura es una labor común que toca a barrios, calles y colonias enteras.
Seguramente en tu comunidad existen espacios verdes, es decir, fincas o milpas, que se han vuelto basureros... o que ya empiezan a parecerlo. Como ya hemos dicho en este espacio, hace falta comenzar a cambiar nuestra relación con la basura y empezar a vivir de manera más armoniosa con nuestro entorno natural. No es sano seguir viviendo entre tanta basura, ni mucho menos hacer de espacios naturales y limpios tristes basureros. Hagámonos cargo de la basura que generamos.
En la foto aparece la esquina de una calle de la Colonia Las Higueras, en Teocelo. Cerca de una milpa de maíz. Lamentable escena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario