16 de abril de 2014

TESTIMONIOS SOBRE LA VIOLENCIA

Anónimo

Soy miembro de una familia disfunsional, conformada por mi mamá y mi hermano. El motivo por el cual yo no vivo con mi padre es porque él ejercía violencia física y emocional, no nada más a mi mamá sino a nosotros como hijos. En realidad fueron pocos los momentos de felicidad y de paz.

En pláticas que he tenido con mi mamá, ella me ha contado que todo empezó con celos y gritos desde su noviazgo. Después cuando se juntaron, aproximadamente cinco meses después, tuvieron una pelea ocasionada por mi abuela, ya que mi mamá no tenía buena relación con su suegra. Mi abuela le dijo a mi papá que mi mamá les coqueteaba a los clientes, pues tenían un negocio de ropa. Mi papá se enojó mucho y lo primero que hizo al llegar a la casa fue pegarle una bofetada, inmediatamente después le pidió perdón y le dijo que ella había tenido la culpa. En realidad muchos de sus problemas eran ocasionados por los comentarios de mi abuela y los celos sin razón de mi padre, entonces mi mamá tomó el valor de decirle que si seguía así de creerle a mi abuela ella lo dejaría, le dio un plazo para cambiarse de casa ya que ellos vivían en la casa de mis abuelos.

Mi mamá pensó que las cosas cambiarían, pensó que mi papá cambiaría, que dejaría de pegarle pues creía que la única culpable era mi abuela, es decir, lo llegó a justificar; pero en realidad las cosas cada vez iban empeorando. Se fueron a vivir en un terrero de mi mamá, donde mi papá construyó una casa hecha de madera y de lámina de cartón. Mi papá se desesperaba porque él no tenía trabajo, así que mi abuelo le consiguió un trabajo de intendente en una escuela. Empezamos a vivir un poco mejor económicamente, pero mi papá seguía igual de violento. Recuerdo una ocasión que mi mamá le estaba dando de desayunar a mi papá porque él ya  se iba a trabaja, él le preguntó por un lapicero y mi mamá lo empezó a buscar pero no lo encontró. Mi papá se  enfureció porque ya se tenía que ir y entonces empezó a gritar que mi mamá lo había tomado; mi mamá le dijo que no nos gritara y él se volteo  enfurecido y le empezó a pegar con el puño en la cara, mi hermoso se quiso meter, él tenía como seis años y mi papá lo cargó y azotó contra la pared de tablas. Mi mamá se paró del piso y quiso detener a mi papá para que dejara a mi hermano; yo alcancé a ver que mi mamá estaba llena de sangre en la cara, yo me puse a llorar y a gritar que ya no les pegara, en eso él se detuvo, me cargó y empezó mi papá a llorar; en ese momento todos llorábamos; mi mamá , mi hermano y yo de miedo y mi papá por lo que había hecho. Ese día él ya no fue a trabajar, recuerdo que él le pidió perdón a mi mamá y le curó las heridas, mi mamá no salió para que no la vieran losa vecinos. Cuando pasaba eso, había días que él único que salía era mi papá para comprar lo de la comida, después de cada golpiza, incluso faltábamos a la escuela.

Recuerdo otra ocasión que mi mamá tenía que ir a firmar la boleta de mi hermano, ese día mi papá no fue a trabajar y él fue con ella. él se enojó porque la maestra no lo dejó firmar la boleta pues mi mamá era la que siempre firmaba. Mi papá le gritó a la maestra y se salió. Mi mamá se sintió muy apenada y le pidió disculpas a la maestra por el comportamiento de mi papá. La maestra le dijo que tuviera cuidado con los arranques de mi padre y le dijo que ahora entendía el comportamiento de mi hermano, pues era muy callado y violento, casi no participaba y se notaba siempre con miedo.

Cuando acabó la junta y regresamos a casa mi madre, mi hermano y yo, mi papá ya estaba esperándonos, le empezó a gritar a mi mamá y la tiró al suelo y le empezó a pegar de patadas,. Mi hermano tomó un palo y le quiso pegar a mi papá, él se volteó hacía mi hermano y lo intentó golpear, pero en eso mi mamá se paró y por primera vez le pegó a mi papá y salió corriendo a la calle. Mi papá lo que hizo fue salir atrás de mi mamá pero un señor la escondió. Mi papá la perdió de vista y se regresó a la casa donde nos estábamos con mi hermano y nos dijo que no nos espantáramos, que sólo estaban jugando. Él se quedó con nosotros y en eso llegó la policía, se lo llevaron preso, pero mi mamá sólo lo dejó unos días y luego pidió que lo sacaran, mi papá le dijo que no lo volvería a hacer. Sin embargo, ésto se volvió repetitivo, cada vez que mi papá le pegaba mi mamá mandaba a llamar a la policía.

Mi padre comenzó a faltar a dormir, él se justificaba diciendo que le daban doble turno. Mi abuela le dijo a mi mamá que ya tenía otra mujer, ella no lo quiso creer, creía que era una intriga más de su suegra, pero un día lo seguimos y vimos que mi papá estaba cargando un niño, casi de la misma edad de mi hermano y  estaba besando a una señora. Mi papá se regresó con nosotros y venían discutiendo en el autobús. Llegaron a la casa y mi mamá le empezó a pegar y a gritar a mi papá, él le dijo que ella se lo había buscado porque ya no se arreglaba, entonces él le pegó a mi mamá. En ese momento mi mamá lo corrió. Mi papá se llevó a mi hermano, se lo llevó a vivir a Coatepec con la otra señora. Mi mamá inició un peregrinar para recuperar a mi hermano, demandó a mi papá. Recuerdo que nos fuimos a vivir con mi tía y cuando tenía que hacer todos los trámites era muy incomodo,  pues mi mamá para no gastar y no dar molestias a mi tía, compraba tortillas, jamón o queso y era de comer en los parques, en la iglesia o en los carros. La demanda se fue hasta Xalapa porque en Teocelo no atendieron el caso. Mi papá terminó regresando a mi hermano, mi mamá peleo por nuestra custodia. En una ocasión nos citaron a mi hermano y a mi y en el juzgado nos preguntaron con quién queríamos vivir, ambos nos pusimos a llorar y dijimos que con mi madre. Mi papá se salió llorando y dijo que éramos unos hijos ingratos. Ese día ya con la custodia en manos de mi madre, llegamos a casa y mi hermano se encerró en el cuarto y rompió todas las fotos que había de mi papá y dijo que su única familia era mi mamá y yo. Mi mamá tomó la decisión de mandarnos con una psicóloga. Desde entonces empezamos una nueva vida, sin gritos.

Actualmente mi madre tiene una pequeña tienda,  yo trabajo para pagarme mis estudios, mi hermano estudia y a la vez trabaja. A mi papá lo vemos cada seis meses y no recibimos apoyo económico de él.

Lo que vivimos mi  madre, mi hermano y yo, es algo que jamás se te olvida, son cosas que marcaron mi vida, son heridas que nunca sanan, sólo se guardan... La violencia genera más violencia, pero es posible erradicarla si las madres y los padres educan a sus hijos con amor y afecto y no con gritos y golpes.

________
Carta ganadora del Segundo Lugar del Concurso “Testimonios sobre la violencia”, organizado entre estudiantes de sexto Semestre del Telebachillerato Teocelo.

No hay comentarios: